“Nuevas oportunidades en un mundo nuevo”

Julio Sanguinetti (Ex Presidente de Uruguay)
Se reproduce a continuación el mensaje “Nuevas oportunidades en un mundo nuevo” de Julio Sanguinetti, Presidente de Uruguay en los períodos 1985-1990 y 1995-2000, compartido en la Cumbre de las Américas 2008, que reproduce UPF Hoy de julio: http://www.upf.org/images/upftoday/upftoday_july2008_es.pdf

Es una alegría estar aquí con una mente abierta, como el Rvdo. Moon nos pidió: una mente abierta para entender un mundo nuevo. Veo un mundo diferente, desafiante. Necesitamos ver a Latinoamérica como una unidad. Compartimos valores fundamentales. Hoy escuchamos a Monseñor Luis del Castillo, distinguido obispo católico, y al Rvdo. Moon, con aproximaciones distintas de una misma espiritualidad. Algunos no pertenecemos a ninguna religión, pero compartimos valores espirituales comunes. Por eso podemos comulgar en la idea de la familia, de la dignidad humana, la libertad de conciencia y los derechos humanos.

Como dijo un poeta: “Lo que dejamos hacia atrás es irreversible, superado, pero con despojos del absolutismo todavía agitándose, intentando sobrevivir. Hacia adelante, un horizonte despejado, radiante, pero desconocido. En el medio, algo como un océano, que se mueve, cambiante, difícil de definir. Y al caminar, no saber si uno pisa semillas o cenizas: ¿Son las semillas del futuro o las cenizas del pasado?” Eso tenemos ante nosotros en este nuevo mundo. Tiene sus características: globalización, revolución científico-tecnológica, democracia política, economía de mercado, sociedad del conocimiento, mundo pluralista posterior a la Guerra Fría. Allí debemos ubicarnos para desarrollar otro mundo.

La globalización es un hecho: económica, científica, tecnológica. Se creó un mundo nuevo que nos ayuda a acercarnos como seres humanos. Tiene grandes oportunidades, y surge así una revolución. La consecuencia es que se globalizan elementos de bienestar, pero también la droga, el narcotráfico, los vicios, etc. Y hace que el Estado sea más débil. Y hay riesgos, que generan problemas.

El segundo elemento está vinculado a la revolución científico-tecnológica. Maravillosa. Nos permite vivir más años y vivir mejor, pero también puede destruir el mundo. Los estados tienen la responsabilidad de controlarla. Churchill dijo: “La democracia no es el sistema más perfecto, pero es lo mejor que hemos encontrado”. Latinoamérica hace muchos esfuerzos. ¿Manejamos bien el dinero? Lo dudo. Tenemos un mundo pluralista. Hay más equilibrio. No hubo Guerra Fría en Latinoamérica, sino guerrillas, narco-guerrillas. Necesitamos una solución pacífica. Es acá donde necesitamos líderes de opinión, religiosos, civiles; gente en la primera línea, para luchar por la paz y la confianza.

Pienso que el siglo XXI será un siglo del conocimiento. Es un desafío para los países en desarrollo. En un estudio se analizó el conocimiento de chicos en matemática, idioma, tecnología. Los mejores resultados: Corea, Finlandia, Irlanda, Estonia. Esto impulsa el desarrollo de esos países. Es organización, metodología, un sistema de educación. No sólo dinero. Es habilidad creativa, capacidad de análisis. Todo esto ocurre porque vivimos en un período de transición.
Es buenísimo realizar esfuerzos para fortalecer la familia, la sociedad, la nación; porque el desarrollo individual no está aislado, viene al recibir afecto de la familia. Como el poema: “¿Qué clase de conocimiento éste basado sólo en la información? Y, ¿qué clase de sabiduría es ésta basada solamente en el conocimiento?”

Sabiduría es introducirle al conocimiento todo lo que hemos estado descubriendo. Al conocimiento hay que ponerle la órbita del afecto, del espíritu, de la dignidad y la dimensión de la espiritualidad, que sigue siendo la única fuerza que puede mover montañas. Gracias.

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