Editorial Revista “Nueva Esperanza”
A
continuación se transcribe una editorial de la Revista “Nueva Esperanza”,
que data del segundo semestre de 1988 y habla de la persecución sufrida por grandes
hombres y mujeres de la historia, denigrados por el statu quo de una determinada
época y luego elevados como estandartes de los valores. El Director de la
publicación, Ricardo Ayerza, cuestiona: “¿Vamos a continuar con esta actitud?”
Paradójicamente, los personajes
históricos que más han dado a la humanidad recibieron a cambio persecución,
desprecio o indiferencia, desde hombres de fe que encontramos en el Antiguo
Testamento, hasta personas de nuestros días.
Se han destacado hordas de ataques
contra los hombres de fe y muchos incluso perecieron víctimas de tales
acciones. Este es el caso de Esteban, el primer mártir cristiano, quien murió
apedreado mientras se encontraba predicando. El cristianismo pasó y aun está
pasando por este mismo curso, siendo, sin lugar a dudas, el grupo más
perseguido de la historia.
Paralelamente, cientos de reyes, tiranos
y déspotas eran aclamados, vitoreados y aplaudidos por multitudes de personas,
que les juraban lealtad completa, tal el caso del Emperador de Roma, Nerón,
quien luego de incendiar su ciudad acusó a los cristianos (o “secta de los
Nazarenos”, como se los llamaba por entonces) de haber cometido ese crimen, y
utilizó esto como excusa para enviarlos a morir al Foro Romano. En nuestros
días nadie hace mención de los logros militares del Emperador Nerón, o de su
política exterior, o sus teorías económicas, solo se lo recuerda como un gran
perseguidor de los cristianos o como un demente. A los cristianos, en cambio,
se los recuerda como hombres valientes que entregaron sus vidas por Jesucristo,
héroes de la fe, grandes mártires, pero tuvieron que pasar muchos años para que
nos diéramos cuenta.
Existe la tendencia de abrir las puertas
a aquellos que vienen en su propio nombre, y el resultado muchas veces es
sufrimiento y pérdidas irremediables. La historia es testigo de todo esto.
Hombres y mujeres leales a sus causas, como Juana de Arco, Gandhi, Martin
Luther King, etc., quienes fueron asesinados sin haber podido desarrollar la
gran dimensión de sus metas y, que, de haberlo hecho, habrían servido para
nuestro propio beneficio y elevación espiritual.
En medio de una gran conmoción emerge la
figura del Reverendo Sun Myung Moon proclamando una revelación de Dios para
nuestra era. Su meta es alcanzar un entendimiento más profundo de Dios, Su
Providencia y del mismo Jesús. Es natural, entonces, que la historia se repita
de la misma manera, que haya personas que se opongan a su prédica y lo
persigan. Es lamentable que muchos cristianos, sinceros en su fe, sin conocer
el mensaje del Reverendo Moon se unan a esta persecución, cuando en realidad lo
que lo mueve a él y a su Movimiento es el amor a Dios y a Jesucristo.
¿Vamos a continuar con esta actitud?
¿Cuándo vamos a aprender del testimonio que nos está dejando la historia?
¿Vamos a seguir persiguiendo a nuestros bienhechores y aclamar a nuestros
tiranos? Los primeros cristianos desconfiaron de la revelación que Jesús le dio
a San Pablo; sin embargo, cuando comprendieron sus palabras, supieron que era
inspiración divina y que, por alguna razón desconocida para ellos, Dios lo
había escogido a él. En la actualidad, sus enseñanzas continúan iluminando
nuestras almas y nutriendo nuestra fe, siendo esto la única y absoluta prueba
de su veracidad.
Por lo tanto, cuando conozcamos y comprendamos la revelación
que ha recibido el Reverendo Moon, entonces, y solo entonces, estaremos en la
posición de decidir, pero ya no como lo hemos hecho antes, sino con la madurez
que surge del conocimiento de la historia.
(*) Publicado en el
blog: http://unificacionistas.wordpress.com/2009/09/14/persecucion/
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