sábado, 10 de mayo de 2008
“Visión y valores para la integración”
Gira de Hyun Jin Moon por América
Un Comité Internacional de la UPF, integrado por el Dr. Hyun Jin Moon y el Dr. Thomas Walsh (Vicepresidente y Secretario General de la UPF, respectivamente), realizó durante el mes de abril un gira por seis naciones de América: Belice, Costa Rica, Panamá, Perú (www.pressperu.com/index.php?option=com_content&task=view&id=5401&Itemid=130), Uruguay y Brasil (www2.camara.gov.br/comissoes/ctasp), en el marco del Seminario Internacional de Liderazgo (ILC) “Hacia un nuevo paradigma de liderazgo y buen gobierno, para la cooperación, el desarrollo y la paz en América” que se lleva a cabo en cada país (www.upf.org/index.php?option=com_content&view=article&id=686&catid=102). Esta culminará con la “Cumbre de las Américas” que se celebrará en Washington y Texas del 28 de abril al 2 de mayo, con la participación de referentes de primer nivel de todo el continente.
La comitiva tuvo una ajustada agenda en su paso por Uruguay, del 21 al 23 de abril, con distintas entrevistas y reuniones, que comprendió una audiencia con el Presidente de la Nación, Tabaré Vázquez, y el mencionado Seminario. Las palabras de Hyun Jin Moon generaron un gran impacto en los diferentes encuentros públicos. En sus brillantes intervenciones mostró convicción, claridad de conceptos y profundidad en su mensaje que tuvo como leitmotiv el establecimiento de una familia bajo Dios.
En la cena de recepción del 21 de abril, Hyun Jin Moon inició su mensaje resaltando la figura de su padre, “el Dr. Sun Myung Moon”, desde la promesa que hizo a Dios en su adolescencia, de construir esa familia universal. “Este no es el sueño de un solo hombre, ni de una sola familia, sino de toda la humanidad”. En la ocasión habló del misterioso trabajo de Dios a lo largo de la historia y de cómo hace 2000 años un hijo de un carpintero predicó con el ejemplo el amor al enemigo, para dejar atrás la ‘Ley del Talión’. Recordó que la dignidad humana viene de Dios, no de las instituciones y que cuando Jesús se refirió a Dios como su propio Padre rompió la tradición de aquel entonces, cimentando el fundamento de los valores de la civilización. “Este hemisferio es el heredero de esa tradición”, expresó.
En la ocasión destacó que no es la democracia ni el capitalismo lo que hizo grande a Estados Unidos, sino su visión de una nación bajo Dios. Sin embargo, enfatizó que ahora es necesario ampliar el horizonte, y establecer una familia global bajo Dios. “Esto hará que una nación sea grande, reviviendo el verdadero legado cristiano”, afirmó. También que este es el tiempo en que aquel sueño debe realizarse. Para ello animó a hacerse verdaderos dueños de este anhelo, para la construcción de la paz mundial. Al final cantó junto a algunos de los presentes un gospel de Elvis Presley: “Yo puedo soñar”.
Al día siguiente participó de un almuerzo con líderes jóvenes de Uruguay, en el que también asistieron deportistas, entre ellos el actual arquero de Peñarol (Gonzalo Salgueiro) y José Luis Chilavert. En la alocución profundizó algunos conceptos. Preguntó, por ejemplo, por qué América Central y América del Sur no habían crecido del mismo modo que el Norte. Porque falta visión y valores, respondió. En el mensaje volvió sobre la esencia de lo expresado el día anterior, de recuperar la visión y los principios, desafiando a los invitados a hacerse dueños de los mismos.
En el cierre del Seminario, el 22 de abril, en un rebosarte salón del Hotel Victoria y con el marco de fondo de las banderas de los países de América, recalcó los lineamientos centrales de su mensaje luego de brillantes exposiciones de los conferencistas Jesús González, Jorge Guldenzoph y Raúl Rey Banegas, y una introducción del Dr. Thomas Walsh del trabajo de la UPF alrededor del mundo. Volvió sobre la promesa que su padre había hecho a Dios en la adolescencia, y que mantuvo más allá de la persecución y los encarcelamientos. Llamó nuevamente a adueñarse de esta visión en este tiempo crítico de la historia, que puede “conducir a la grandeza a esta nación”.
Repitió que los derechos humanos no son otorgados por el Estado o las instituciones, sino que vienen de Dios. En este sentido recordó los tiempos de la segregación racial en Estados Unidos, cuando Luther King activó algo que estaba en la conciencia de la gente y asentado expresamente en la Constitución de aquel país: “Todos los hombres han sido creados iguales y tienen unos derechos inalienables que el Creador les otorga”. Sobre el final de la exposición en el Seminario desafió a la audiencia a construir aquel sueño: de “una familia global bajo Dios”, que hizo repetir a todos a viva voz tres veces.
El broche de oro fueron las claras y sabias palabras que brindó a las preguntas espontáneas que surgieron de la audiencia. “Mi padre es un joven de 89 años y a todos nos cuesta seguir su ritmo. Nunca he visto una persona tan joven y de tanto vigor”, contestó a la inquietud de un invitado sobre cómo estaba su padre. Seguidamente un Embajador para la Paz le hizo una pregunta casi común en este tipo de encuentros, de “qué podía hacer”. Con mucha altura volvió sobre la necesidad de que cada uno se adueñe de la visión y encarne los principios, porque “la gente no sigue palabras” y que “se lidera con el ejemplo”, sentenció.
La tercera pregunta se la hizo una persona del interior de Uruguay, que quiso saber cuando iba a visitar otras regiones del país. Hyun Jin Moon comenzó por recordarle que él es un campesino y que se siente un campesino y finalizó invitándolo personalmente a una cabalgata que tiene programado realizar en Paraguay, en el marco del Festival Global para la Paz, que tendrá lugar en el mes de julio.
“La primera defensa contra la droga es la familia, pero no cualquier familia”, respondió a un joven sobre este flagelo. Al respecto rememoró el diálogo que mantuvo en un encuentro similar con una madre a la que interrogó sobre su concepto de ‘familia’. También afirmó que la biología había comprobado que la supervivencia de la raza humana está fundamentada en la procreación de un hombre y una mujer. Terminó enfatizando que los jóvenes están buscando respuestas y que es necesario ser claros, porque “sin estos valores tendremos estos problemas en la sociedad”.
En todos sus mensajes Hyun Jin Moon hizo referencias a “la República Oriental del Uruguay”, expresión que pronunció lentamente en cada ocasión, recalcando que es como la segunda casa de su padre. Habló de la gesta independentista de los “33 orientales”, que tuviera lugar en 1825 y que se celebra los 19 de abril de cada año. También de la visión de José Gervasio de Artigas en los prolegómenos de la nación, que Uruguay puede ser grande, y que es posible la integración continental sobre la base de aquella visión original y los valores.
NOTICIAS DE UNIFICACIÓN
noticiasdeunificacion@gmail.com
http://noticiasdeunificacion.blogspot.com
Un Comité Internacional de la UPF, integrado por el Dr. Hyun Jin Moon y el Dr. Thomas Walsh (Vicepresidente y Secretario General de la UPF, respectivamente), realizó durante el mes de abril un gira por seis naciones de América: Belice, Costa Rica, Panamá, Perú (www.pressperu.com/index.php?option=com_content&task=view&id=5401&Itemid=130), Uruguay y Brasil (www2.camara.gov.br/comissoes/ctasp), en el marco del Seminario Internacional de Liderazgo (ILC) “Hacia un nuevo paradigma de liderazgo y buen gobierno, para la cooperación, el desarrollo y la paz en América” que se lleva a cabo en cada país (www.upf.org/index.php?option=com_content&view=article&id=686&catid=102). Esta culminará con la “Cumbre de las Américas” que se celebrará en Washington y Texas del 28 de abril al 2 de mayo, con la participación de referentes de primer nivel de todo el continente.
La comitiva tuvo una ajustada agenda en su paso por Uruguay, del 21 al 23 de abril, con distintas entrevistas y reuniones, que comprendió una audiencia con el Presidente de la Nación, Tabaré Vázquez, y el mencionado Seminario. Las palabras de Hyun Jin Moon generaron un gran impacto en los diferentes encuentros públicos. En sus brillantes intervenciones mostró convicción, claridad de conceptos y profundidad en su mensaje que tuvo como leitmotiv el establecimiento de una familia bajo Dios.
En la cena de recepción del 21 de abril, Hyun Jin Moon inició su mensaje resaltando la figura de su padre, “el Dr. Sun Myung Moon”, desde la promesa que hizo a Dios en su adolescencia, de construir esa familia universal. “Este no es el sueño de un solo hombre, ni de una sola familia, sino de toda la humanidad”. En la ocasión habló del misterioso trabajo de Dios a lo largo de la historia y de cómo hace 2000 años un hijo de un carpintero predicó con el ejemplo el amor al enemigo, para dejar atrás la ‘Ley del Talión’. Recordó que la dignidad humana viene de Dios, no de las instituciones y que cuando Jesús se refirió a Dios como su propio Padre rompió la tradición de aquel entonces, cimentando el fundamento de los valores de la civilización. “Este hemisferio es el heredero de esa tradición”, expresó.
En la ocasión destacó que no es la democracia ni el capitalismo lo que hizo grande a Estados Unidos, sino su visión de una nación bajo Dios. Sin embargo, enfatizó que ahora es necesario ampliar el horizonte, y establecer una familia global bajo Dios. “Esto hará que una nación sea grande, reviviendo el verdadero legado cristiano”, afirmó. También que este es el tiempo en que aquel sueño debe realizarse. Para ello animó a hacerse verdaderos dueños de este anhelo, para la construcción de la paz mundial. Al final cantó junto a algunos de los presentes un gospel de Elvis Presley: “Yo puedo soñar”.
Al día siguiente participó de un almuerzo con líderes jóvenes de Uruguay, en el que también asistieron deportistas, entre ellos el actual arquero de Peñarol (Gonzalo Salgueiro) y José Luis Chilavert. En la alocución profundizó algunos conceptos. Preguntó, por ejemplo, por qué América Central y América del Sur no habían crecido del mismo modo que el Norte. Porque falta visión y valores, respondió. En el mensaje volvió sobre la esencia de lo expresado el día anterior, de recuperar la visión y los principios, desafiando a los invitados a hacerse dueños de los mismos.
En el cierre del Seminario, el 22 de abril, en un rebosarte salón del Hotel Victoria y con el marco de fondo de las banderas de los países de América, recalcó los lineamientos centrales de su mensaje luego de brillantes exposiciones de los conferencistas Jesús González, Jorge Guldenzoph y Raúl Rey Banegas, y una introducción del Dr. Thomas Walsh del trabajo de la UPF alrededor del mundo. Volvió sobre la promesa que su padre había hecho a Dios en la adolescencia, y que mantuvo más allá de la persecución y los encarcelamientos. Llamó nuevamente a adueñarse de esta visión en este tiempo crítico de la historia, que puede “conducir a la grandeza a esta nación”.
Repitió que los derechos humanos no son otorgados por el Estado o las instituciones, sino que vienen de Dios. En este sentido recordó los tiempos de la segregación racial en Estados Unidos, cuando Luther King activó algo que estaba en la conciencia de la gente y asentado expresamente en la Constitución de aquel país: “Todos los hombres han sido creados iguales y tienen unos derechos inalienables que el Creador les otorga”. Sobre el final de la exposición en el Seminario desafió a la audiencia a construir aquel sueño: de “una familia global bajo Dios”, que hizo repetir a todos a viva voz tres veces.
El broche de oro fueron las claras y sabias palabras que brindó a las preguntas espontáneas que surgieron de la audiencia. “Mi padre es un joven de 89 años y a todos nos cuesta seguir su ritmo. Nunca he visto una persona tan joven y de tanto vigor”, contestó a la inquietud de un invitado sobre cómo estaba su padre. Seguidamente un Embajador para la Paz le hizo una pregunta casi común en este tipo de encuentros, de “qué podía hacer”. Con mucha altura volvió sobre la necesidad de que cada uno se adueñe de la visión y encarne los principios, porque “la gente no sigue palabras” y que “se lidera con el ejemplo”, sentenció.
La tercera pregunta se la hizo una persona del interior de Uruguay, que quiso saber cuando iba a visitar otras regiones del país. Hyun Jin Moon comenzó por recordarle que él es un campesino y que se siente un campesino y finalizó invitándolo personalmente a una cabalgata que tiene programado realizar en Paraguay, en el marco del Festival Global para la Paz, que tendrá lugar en el mes de julio.
“La primera defensa contra la droga es la familia, pero no cualquier familia”, respondió a un joven sobre este flagelo. Al respecto rememoró el diálogo que mantuvo en un encuentro similar con una madre a la que interrogó sobre su concepto de ‘familia’. También afirmó que la biología había comprobado que la supervivencia de la raza humana está fundamentada en la procreación de un hombre y una mujer. Terminó enfatizando que los jóvenes están buscando respuestas y que es necesario ser claros, porque “sin estos valores tendremos estos problemas en la sociedad”.
En todos sus mensajes Hyun Jin Moon hizo referencias a “la República Oriental del Uruguay”, expresión que pronunció lentamente en cada ocasión, recalcando que es como la segunda casa de su padre. Habló de la gesta independentista de los “33 orientales”, que tuviera lugar en 1825 y que se celebra los 19 de abril de cada año. También de la visión de José Gervasio de Artigas en los prolegómenos de la nación, que Uruguay puede ser grande, y que es posible la integración continental sobre la base de aquella visión original y los valores.
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