martes, 31 de julio de 2007

EL RVDO. MOON Y SU MOVIMIENTO DE RENOVACIÓN ESPIRITUAL (*)

Si bien hay personas y medios que cuando se refieren al accionar de Sun Myung Moon lo hacen con el entendimiento debido y con la precisión esperada, hay otros que siguen cayendo en incorrecciones e incontables imprecisiones, por ignorancia, displicencia o por premeditada determinación, cayendo en descalificaciones o ‘caza de brujas’ propia de épocas medievales, de inquisición y oscurantismo. Pero como ocurrió a lo largo de la historia con todos los grandes movimientos, la etapa del escarnio está dando lugar al estadio de la consideración de sus enseñanzas empujado por el propio peso de su inconmensurable obra.

Términos con efectos perjudiciales
La cultura occidental se asienta en buena parte en la herencia dejada por la tradición judío-cristiana, aunque tanto una como otro, enfrentaron en sus comienzos persecución, burla, calumnias y muerte. Los judíos sufrieron esclavitud durante casi cuatro siglos en Egipto y los cristinos debieron esconderse bajo catacumbas para profesar sus creencias casi por igual tiempo en la Roma imperial. Valga como referencia un cita bíblica: “Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y promotor de sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de los nazarenos" (Hechos 24:5).
Bien vale remitirse aquí al diccionario para analizar las acepciones que brinda la Real Academia Española sobre el término ‘secta’: 1. f. Conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica. 2. f. Doctrina religiosa o ideológica que se diferencia e independiza de otra. 3. f. Conjunto de creyentes en una doctrina particular o de fieles a una religión que el hablante considera falsa.
Un nuevo culto, aún el más difundido y aceptado en la actualidad surge según algunas de las acepciones citadas. Pero para dar cuenta de la subjetividad del término, es necesario recordar que la Iglesia Católica es considerada ‘secta’ en Rusia o China y ciertos grupos evangélicos son tildados de igual manera en algunos países latinoamericanos. Esto, desde luego, no es inocente, y por tal razón ciertos entendidos y estudiosos de la materia prefieren hablar de ‘Nuevos Movimientos Religiosos’ o simplemente llamar a las nuevas entidades por su nombre.
La anterior expresión, desde luego, no es aplicable a los denominados grupos satánicos, que nada tienen que ver con ‘religión’ (volver a religar el hombre a Dios), o a otro tipo de conjuntos cuyo accionar es ajeno a las normas de una nación o los más elementales principios éticos de convivencia, o directamente hacen gala de lo ilícito, engañando o dañando física, moral o espiritualmente a las personas. En este caso, más que utilizar el término ‘secta’, cabría mejor llamarlo ‘grupo delictivo’, y en tal caso es la legislación vigente la que deberá tomar cartas en el asunto ante las evidencias.
No cabe dudas, el término ‘secta’, que a veces suele aplicarse a todos los nuevos grupos de modo totalmente indiscriminado, conlleva una fuerte carga peyorativa, y en tal caso daña el honor de personas e instituciones, hasta llegar al extremo de generar situaciones de discriminación, creando una serie de prejuicios hacia ciertos cultos o entidades legalmente establecidos o, que sin estarlo, como sucede en ciertos países donde no es necesaria una inscripción, profesan altos ideales.
La libertad religiosa es un principio básico reconocido en la propia Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU y las cartas magnas de la mayoría de los países, punto en el cual ha habido una evolución enorme, en paralelo a las aperturas mentales. En Argentina la Constitución es muy convincente al respecto, no obstante, existe una Ley particular que reafirma aún más este principio, penalizando todo acto discriminatorio (Ley 23.592/1988) por razones de raza, religión, nacionalidad o ideología.

Miserias y grandezas, avances y retrocesos
No hace falta hurgar mucho en la historia para descubrir incontables personas de altos ideales que fueron injustamente perseguidos, encarcelados y calumniados por el statu quo de una determinada época histórica. A Jesús hasta llegaron a llamarle hijo de Belcebú (satanás). ¿Cuántos se rasgaron las vestiduras por su mensaje de renovación espiritual y lo condenaron a la cruz al estar demasiado atados a las escrituras? ¿Y a sus seguidores? Apedreados, crucificados, arrojados a los leones. ¿Y en la Edad Media? ¿Qué no se dijo contra los reformadores que predicaron los principios que eran pisoteados por aquellos que supuestamente los defendían? ¿Cuántos terminaron en la hoguera tras ser condenados por los tribunales inquisidores que veían afectados sus intereses y posiciones?
Aún más aquí en el tiempo, personajes que profesaron y practicaron altos ideales, como Luther King y Ghandi, fueron igualmente perseguidos, calumniados, encarcelados y finalmente asesinados; y sin embargo hoy son levantados como estandartes de la igualdad entre negros y blancos, de la libertad, de la no violencia y del avance de los derechos civiles y la dignidad de cada persona. Ni la Madre Teresa se salvó de la turba con intereses siempre renovados, relacionándola en un momento con un cartel de la droga, supuestamente por recibir una donación de una persona que ella no tuvo la obligación de averiguar sus antecedentes.
Está claro que hay varios grupos que han caído o disuelto por su propio accionar, algunos de carácter francamente delictivo, al igual que personajes sobre los que la historia ya emitió su juicio, como Jim Jones, quien indujo a un suicidio colectivo a sus seguidores en Guyana, o Hitler, quien generó el genocidio más atroz. Hay otros, sin embargo, que hoy caminan en esta tierra con un mensaje revitalizado de fraternidad y paz que, por suerte, ya no serán esclavizados, ni crucificados, ni asesinados, aunque penosamente algunos de ellos continúen sufriendo calumnias por parte de reciclados tribunales medievales devenidos en ‘hogueras mediáticas’, algunas de las cuales hicieron frondosos dividendos con sus pasquines y engaños. En otros casos, son simplemente incomprendidos o directamente ignorados, repitiendo los errores del pasado, aunque la historia finalmente se encargará de mostrar toda su grandeza, y condenará a sus fanáticos detractores.

Saliendo de catacumbas y listas negras
Muchos habrán oído hablar del Rvdo. Moon, pero en realidad pocos conocen quién es o qué hace. Pocos saben, además, el humilde origen de este hombre coreano que este año cumplió 88 años, famoso por el casamiento de miles de matrimonios interculturales e interreligiosos, que llegan a millones en la actualidad, y fundador o inspirador de más de 200 organizaciones, que abrazan a todos los ámbitos del obrar humano. Su ministerio, sin embargo, inició en una pequeña iglesia de cartón, en la más extrema pobreza, en un pueblo desbastado por la guerra, la división y el dominio extranjero, pero que hoy extendió su accionar a todos los rincones del planeta, superando todas las adversidades.
El Rvdo. Moon fue encarcelado seis veces, ya sea por su activismo a favor de la libertad de su pueblo cuando Corea estaba bajo dominio japonés, por celo de otros cultos religiosos o simplemente por calumnias cuando una parte de su país quedó bajo dominio de un régimen foráneo. Aún en Estados Unidos, que se vanagloria de la libertad más plena, fue condenado a prisión en 1984, por supuesta evasión fiscal de cuando estableció el fundamento de su Iglesia en dicho país en 1971, comprobado luego por una Sub-Comisión del Senado de EEUU como una clara violación a la libertad religiosa. Al respecto existe una minuciosa investigación del periodista Carlton Sherwood, ganador del premio Pulitzer, quien afirmó que el Rvdo. Moon “fue juzgado y sentenciado por operar su Iglesia del mismo modo que lo hacen los demás cultos establecidos en EEUU”, considerando “asombrosa” la “hipocresía” con la que se llevó adelante la investigación y la acción judicial que demandó sumas astronómicas de dinero para lograr su cometido.
En Argentina, donde el Rvdo. Moon llegó por primera vez hace ya 40 años (1965), la Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial (Iglesia de la Unificación), fundada en Seúl en 1954, rama religiosa del Movimiento de Unificación y base de toda las organizaciones y posterior desarrollo, está registrada legalmente en cultos desde principios de los ’80, aunque esto no eximió a sus miembros de la cárcel o de las acusaciones más disparatadas de lo cual en el futuro se escribirán libros, hasta llegar a una supuesta trama para derrocar el gobierno democrático de mediados de los ‘80, luego desestimada por la Justicia, como otras causas. Estudios posteriores permitirán develar el daño que tales acciones produjeron en personas e instituciones.
Con el cabalgar del siglo también se fueron derribando los prejuicios en Europa, uno de los lugares donde el Rvdo. Moon afrontó las mayores trabas para ingresar y profesar su mensaje, pese los avances en los postulados de la libertad religiosa. En febrero de 2001 el Tribunal Constitucional de España, tras estudiar a fondo el caso, autorizó la inscripción de la Iglesia de la Unificación en el Registro de Entidades Religiosas (RER) del Ministerio de Justicia luego de un largo y penoso proceso. Recientemente la Corte de Alemania se pronunció favorablemente, por lo que el gobierno de este país debió quitar el nombre de Sun Myung Moon de la lista del Tratado de Schengen, que impedía no solo su entrada a tierras germanas sino al resto de Europa.

Detrás de un anhelo universal
Exponer aquí la obra del Rvdo. Moon y su Movimiento de Unificación resulta una tarea harto complicada por su dimensión (http://peacefederation.org), aunque vale la pena señalar al menos el corazón que anima toda su labor, que define como “amor verdadero”, principio revolucionario mediante el cual entiende es posible construir un mundo más fraterno, concretando el anhelo original de una única familia bajo Dios (Génesis 1:28). Desde esta lógica afrontó de manera personal la resolución de los mayores dilemas de la época, tales como lo fueron la Guerra Fría, el materialismo ateo, la decadencia moral y social en las democracias capitalistas y la división y conflicto entre las religiones, las culturas y las etnias.
Desde una experiencia espiritual que vivenciara el domingo de Pascua de 1936 su tarea y empeño en pos del ideal primigenio no vaciló un instante, más allá de todas las adversidades. Más aquí en el tiempo trabajó intensamente detrás de escena por largos años para derribar el ignominioso Muro de Berlín. A principios de la década del ‘90 se entrevistó con Mijail Gorbachov, cuyo régimen lo había declarado enemigo número uno, y abrazó a Kim Il Sung, bajo cuyo gobierno fuera encarcelado y torturado en un campo de concentración durante casi tres años, poniendo en práctica el mandato bíblico de “amar al enemigo”.
Incontables son los premios y distinciones que el Rvdo. Moon recibió por su labor, muchas veces denostada y otras tantas ignorada. Por mencionar solo algunos, en 1975 la Ricker University (EEUU) le entregó un Doctorado honorífico en Derecho, en 1984 recibió un reconocimiento similar de la Universidad Católica de La Plata (Argentina) y en 1985 de la Shaw Divinity School de la Iglesia Bautista (EEUU) y de la Bernadine University (EEUU). Ese mismo año la Bible Graduate School of Theology (EEUU) le otorgó el Doctorado honorífico en Teología y la Sociedad de Medallas de Brasil lo condecoró en 1986. En 1990 la Sociedad de Legisladores de México lo distinguió con el Premio “Colores de Honor”, en el 2000 la Universidad de Investigación y Educación de Brasil hizo lo propio con el Doctorado honorífico en Antropología al igual que la Universidad Santa Maria de Caracas (Venezuela) en el 2006.
Entre las innumerables organizaciones que fundó el Rvdo Moon vale destacar CARP (Consejo Académico para la Restauración de Principios), rama juvenil del Movimiento establecida en 1955; la Federación de Familias para la Paz y Unificación Mundial (1996) y la Federación Interreligiosa e Internacional para la Paz Mundial (1999), con estatus ECOSOC en la ONU, conciente que la paz es una tarea de todos los líderes de la sociedad: políticos, académicos, religiosos, personalidades de la cultura, de las ONGs, etc. Con el mismo propósito inauguró Embajadas para la Paz alrededor del mundo y distinguió a personalidades destacadas en diferentes áreas como Embajadores para la Paz, que hoy llegan a millones, como una forma de reconocerlos y comprometerlos aún más en la tarea.
El 18 de agosto de 2000 propuso en el Palacio de Cristal de la ONU (Nueva York) se establezca en su seno una especie de Cámara Alta, que reúna la sabiduría de las tradiciones religiosas, de la cultura y académicos. La iniciativa fue formalmente presentada por Filipinas y un grupo de países, aunque su demora en efectivizarse lo llevó a inaugurar el 12 de septiembre de 2005 la Federación para la Paz Universal (UPF), cuatro años y un día después de la tragedia del 11-9. El objetivo, establecer un foro internacional para instrumentar proyectos que estén más allá de los meros intereses políticos circunstanciales o de estado de cada nación representada en el organismo multilateral, que en 60 años de labor no logró concretar su máxima aspiración: un mundo de paz.

Eje y fundamente de un accionar
Se podría concluir aquí que los parámetros que a veces se utilizan para hablar de ‘sectas’ o ‘lavado de cerebros’ pueden activarse en contra de un grupo u otro, según las circunstancias históricas y los intereses en juego. Respecto de nuevos movimientos de altos ideales y de loables obras que sufrieran escarnio en el pasado es necesario recordar la actitud prudente y llena de sabiduría que demostró ante el Sanedrín el venerable Gamaliel cuando los Apóstoles corrían peligro de ser apedreados por proclamar su adhesión a las enseñanzas de Jesucristo, y que registra Hechos 5:30-40: "Si esta obra es de los hombres, se desvanecerá. Más si es de Dios, no la podréis deshacer. No seáis tal vez hallados resistiendo a Dios".
Para aquellos que siguen empecinados en hablar de ‘manipulación psicológica’, bien vale citar aquí al respecto un extracto de un mensaje del Rvdo. Moon, que data del 4 de octubre de 1990: “Todo ser humano tiene el más precioso maestro dentro de sí. No obstante, ese maestro ha sido maltratado, engañado y abusado. Ese maestro es la conciencia. Su conciencia siempre habla del beneficio integral para uno, tratando de conectarlo con el verdadero amor. Como un padre, la conciencia lo conmina a ser un buen individuo, sin egoísmo, y lo guía a hacer la voluntad de Dios”. Y otra, para dar cuenta de este “amor verdadero” que proclama a los cuatro vientos y practica sin descanso hacia aquellos que una y otra vez lo persiguieron o maltrataron, y que permitieron una expansión aún más rápida de su obra: “Para convertirse en un líder histórico debemos ser capaces de confrontar y pasar las dificultades de la era, sacando lo mejor de las situaciones, no importa cuan desoladoras sean. Héroes son aquellos que pueden hacer de enemigos, amigos”.
Cabe acotar que entre los innumerables proyectos educativos y de servicio social que lleva adelante el Movimiento de Unificación en todo el mundo a través de distintas organizaciones merece especial atención los esfuerzos denodados por unir al pueblo coreano partido en dos desde hace más de medio siglo. También, hermanar a los “hijos de Abraham” en Medio Oriente con distintas iniciativas de paz y vincular aún más el planeta a través de la concreción de un puente-túnel en el Estrecho de Bering, en el cual están interesados gobiernos y empresas. Toda esta labor, y el éxito de cada emprendimiento en los más diversos ámbitos, está íntimamente relacionado a su esposa, Hak Ja Han, con quien contrajo matrimonio en 1960, tuvo 13 hijos y disfruta hoy de más de 30 nietos, quienes son los continuadores naturales de su ministerio. Es precisamente la familia el eje central de su mensaje y de todo su accionar, puesto que entiende que de su bienestar integral puede revitalizarse la fibra espiritual capaz de renovar las estructuras políticas y religiosas de las naciones, para concretar el anhelo de todas las eras: un mundo unificado de paz.

(*) Escrito a propósito de una nota publicada en un diario digital argentino (22-7-07), titulada “Shopping espiritual: las sectas al desnudo”, donde se acusa al Movimiento de Unificación de “manipulación psicológica”, incluyéndolo en una disparatada lista que va desde el desaparecido grupo ‘Los Niños de Dios’ al satanismo.

Lic. Miguel Werner
Secretario de Prensa
Movimiento de Unificación en Argentina
prensa@aesucm.org.ar